Microinfluencer o macroinfluencer, principales diferencias y ventajas para tu negocio
La era digital no solo ha revolucionado nuestras vidas, sino también la rutina de trabajo de las marcas. Estas han tenido que replantearse la relación con sus públicos y las viejas fórmulas de comunicación han quedado obsoletas. El nuevo consumidor necesita informarse a través de diferentes canales como las redes sociales antes de tomar una decisión de compra. Hoy en día, la recomendación de amigos, familiares o influencers es decisiva, siendo los mensajes de estos últimos los que cobran mayor fuerza. Pero ¿cuál es la mejor opción para promocionar tu negocio, un macroinfluencer o un microinfluencer? Sigue leyendo, intentaremos resolver tus dudas.
¿Qué son los influencers?
Un influencer no es un famoso, aunque sí existen celebrities que de pronto se han convertido en influencers. Esta nueva profesión se refiere a personas que trabajan mucho sus redes sociales de forma comercial y han creado de su perfil una marca personal.
La palabra influencer significa influenciador y su figura hace que sus opiniones y aportaciones a través de la red, tengan credibilidad sobre los temas en los que están especializados. En definitiva, un influencer es la persona que puede hacer que tu negocio consiga más popularidad y visibilidad online.
Principales diferencias entre micro y macro influencers
Hay dos tipos de influencers, los microinfluencers y los macroinfluencers. A continuación te explicamos las características de cada uno.
Los microinfluencers rondan entre los 1.000 y 50.000 seguidores mientras que los macro superan los 100.000 seguidores. Por eso, los usuarios de redes sociales llaman a los microinfluencers «gente normal».
En este punto normalmente la gente se hace una pregunta; ¿pero un perfil con 1000 seguidores puede generar valor? Cuanto más pequeña es la audiencia, más creíble es, porque generalmente está constituida por lazos más cercanos. Un microinfluencer genera un engagement rate promedio del 10%. Los perfiles de los microinfluencers están construidos alrededor de un interés (cocina, maternidad, moda, deporte…) y forman comunidades que comparten esas pasiones. Si eliges un microinfluencer, es imprescindible que tenga que ver con la personalidad de tu marca. Por ejemplo, si hablamos de moda tiene que subir habitualmente contenido relacionado con la ropa.
En el caso del macroinfluencer, la marca puede elegir el canal exacto y establecer un plan de comunicación, creando una reputación de su producto. El ROI en más fácil de medir que el de una micro campaña lo cual facilita identificar las ventas a una campaña precisa, realizando un seguimiento, por ejemplo, del píxel de conversión. De todas formas, la gente pierde confianza en la marca si el placement del producto resulta muy obvio y pierde autenticidad. A menudo ocurre que los usuarios no confían en que el influencer realmente use el producto.
¿Cómo gestionan las marcas los trabajos con influencers?
Si quieres hacer una colaboración con un influencer, demuestra que lo conoces bien, síguelo e interactúa con él o ella para que vea que estás ahí. Hay que valorar el nivel de engagement que tiene, es decir, el alcance que consiguen sus mensajes. No importa tanto el número de usuarios que tenga, ya que en ocasiones pueden no ser reales.
Después, debes contactar con ellos o con su representante de forma atenta y afectuosa. Se debe pensar en relaciones a largo plazo, ya que las acciones puntuales no interesan.
La mayoría de las marcas les regalan productos y servicios. Sin embargo, es importante señalar que esto no te garantiza publicidad. Si bien muchos influencers aceptan regalos, eso no significa que darán a conocer su opinión sobre el producto. De hecho, además de los regalos que obtienen, algunos prefieren recibir un pago para hablar sobre los productos.
Cuando existe remuneración hay que hablar obligatoriamente de planificación por parte de la marca. Es aquí donde hay que prestar atención. Es muy común cometer fallos debido a las rutinas de trabajo establecidas en los departamentos de comunicación y agencias.
Posteriormente nos reunimos con él para entregarle el briefing, cerrar las condiciones y establecer el timming. Esto siempre debe estar bien explicado y con honestidad. Como cualquier campaña, se ha de hacer un seguimiento, sin olvidarnos de él al finalizar las acciones conjuntas. El objetivo final es que, influencers y marcas, vayan siempre de la mano. Como ves, es igual que hacer una campaña el televisión, prensa o radio.
¿Cuánto puede cobrar un influencer por foto?
La diferencia entre los micro y los macro es grande en este aspecto. Mientras que un microinfluencer puede cobrar 180€, un macroinfuencer puedes llegar a cobrar cifras de 4 ceros por cada foto que suba a sus redes sociales.
Esta es el normal general para pagar a un influencer en redes sociales. Se paga mejor Instagram: 120-150 euros por foto para 10.000 fans; 500 euros por 50.000 impresiones y a partir de 2.500 euros en el caso de tener más de medio millones de followers. Los vídeos vídeos de Youtube se pagan más: entre 150-300 euros por 10.000 seguidores, y 10.000 euros por medio millón de followers. De todas formas, esto puede variar dependiendo del influencer, de la marca y del tipo de contrato. Y es que muchos influencers cuentan incluso con sus propias tarifas. Por ejemplo, Chiara Ferragni cobra 12.000 euros por publicación y Kim Kardashian cobra entre 158.000 y 263.000 dólares.
Ejemplos de campañas con influencers destacados
La campaña de influencer marketing por excelencia es el selfie que se tomó en la ceremonia de los Oscars de 2014. Sin embargo, pocos saben que este selfie era parte de una estrategia de Samsung para promocionar un nuevo modelo de smartphone. Durante la gala la presentadora de televisión Ellen DeGeneres hizo un selfie en el que participaron famosos rostros de Hollywood como Brad Pitt, Mery Streep o Julia Roberts. En menos de 40 minutos consiguió más de un millón de retuits, pasando a ser el selfie más retuiteado de la historia. Aunque el precio que tuvo que pagar Samsung para que la presentadora promocionara el producto fue muy elevado, el ROI logrado gracias a esa viralidad mereció la pena.
Las campañas de influencer marketing pueden adoptar a veces otros nombre según su dinámica. Por ejemplo, esta de Ron Barceló es una campaña de Buzz Marketing. Este tipo de campañas se centran en el boca-oreja para conseguir altos niveles de confianza entre los consumidores. Una de las claves de estas campañas es crear experiencias. Por eso, Ron Barceló lleva 10 años organizando un crucero con personajes conocidos que a su vuelta publican fotos contando su experiencia para que sus seguidores relacionen la marca con esto.
Durante 2016, muchos recordareis como las redes sociales fueron partícipes de una de las campañas de influencer marketing más potentes hasta el momento. Varios famosos grabaron un vídeo divertido expresando su amor por su coche Smart, interpretando un fragmento de la canción “Como yo te amo” y utilizado el hashtag #smartlovers. Una iniciativa de la marca de Mercedes-Benz España que experimentó una acogida espectacular entre los usuarios. Los vídeos están protagonizados por personajes como Paula Echevarría, Mario Vaquerizo, Paco León, Esmeralda Moya, Wally López, Elena Furiase, Carlos Latre, Natalia Cabezas o Laura Escanes. Solo estas dos últimas son influencers, el resto, como comentábamos antes, son celebrities que poco a poco están empezando a serlo.
Estos son algunos ejemplos de posts promocionales en Instagram. Aunque parezca increíble por lo evidente que es la publicidad, funcionan muy bien y las marcas siguen haciendo este tipo de campañas para vender sus productos. A continuación, tres posts de alguna de las influencers más famosas del momento: Kim Kardashian, Gala González y Dulceida.
Los microinfluencers también hacen este tipo de posts. Son iguales pero transmiten más confianza. Es como si de verdad confiaramos en que utilizan el producto que nos enseñan. Es destacable el número de likes de estas publicaciones frente a los likes de las de arriba. Los ejemplos son de las cuentas de las microinfluencers femeninas Beatriz Urigoitia e Ingrid Betancor.
A los que es más difícil pillarles con la «publicidad encubierta» es a los microinfluencers foodies ya que suelen poner posts de restaurantes que recomiendan porque les gustan y otros, de restaurantes que recomiendan como colaboración. Un ejemplo de ellos es esta cuenta de Alberto Simón.
Lo que siempre deberás tener en cuenta a la hora de contratar los servicios de alguno de estos influencers es que su perfil encaje con la marca, que tenga feedback con su audiencia, que sea constante, que su contenido sea original y que sea profesional. Debes tener en cuenta que elijas el tipo de influencer que elijas, la autenticidad es lo más importante. Si necesitas que una agencia que te ayude a construir un plan de marketing digital para tu negocio, contacta con nosotros sin compromiso.